Es el vocabulario controlado que se utiliza para explotar la información desde diferentes puntos de vista, por ejemplo el clínico y el financiero. Esta explotación puede consistir en agregar información, realizar estadísticas, analizar poblaciones, estudiar la mortalidad y la morbilidad, o planificar recursos y servicios.
Es frecuente que se utilice el mismo estándar como vocabulario de interfaz y de salida, aunque no es aconsejable.